Las horas pasan, y Tú no estás.
Parece mentira que la distancia cuando camina de espaldas al tiempo hace que me olvide de la fragancia que tuvo una vez tu pelo, tu cuerpo, ese tierno aroma como de infancia que la envidia da por tener de viejo. Yo quisiera algunas veces perderme olvidar las quejas y los bemoles desaparecer ya de entre la gente mirar sus caras sin oír sus voces y sentir apenas que de repente tu risa oigo y te busco sin temores. Si alguna vez acaso Yo pudiera a mi antojo ya desaparecer, sin que nadie lo supiera, quisiera tus íntimos temores conocer tu pena toda alegrar si sufrieras, sin tener fórmula para volver. Pero sin remedio pasan los días y Yo evocando tu imagen no puedo evitar reflejos de fantasía, tal vez será que no puedo, no quiero borrar de mi mente tanta alegría que me haría olvidar estos deseos. Las horas van pasando y Tú no estás los días mueren, y nacen las noches busco tu encuentro, Yo sé que vendrás. Hay tanta alegría, todo e